No hay ninguna regla estricta en cuanto a la posición que se debe adoptar. No es obligatorio adoptar la postura del loto (aunque sea el símbolo o el cliché más conocido en meditación), y basta con una simple silla. Así pues, podemos meditar en cualquier lugar y de forma discreta y práctica.
Sobre todo tienes que poder respirar bien, estar cómodo, abierto, con buena estabilidad, en una posición que te mantenga despierto/a con la mente alerta y que sea buena desde un punto de vista fisiológico (sobre todo para la espalda).
Para tu información, las siguientes posturas se encuentran entre las más utilizadas:
Sentado/a en una silla, con los pies planos sobre el suelo, las piernas ligeramente separadas, la cabeza erguida como si estuviera conectada al cielo por un cable invisible, la espalda recta respetando tu curvatura natural gracias a una ligera rotación hacia atrás de la cadera.
(Ni demasiado tieso/a ni demasiado recto/a, ni demasiado erguido/a)
- Sentado/a en posición de loto, semi-loto, en el suelo con las piernas cruzadas o con las plantas de los pies juntas, encima de una colchoneta de yoga o un zafu (cojín de meditación): con la cadera un poco elevada. Coloca el pie izquierdo sobre el muslo derecho y al revés. Puedes hacer medio-loto, si colocas un solo pie sobre el muslo, o el cuarto de loto, si dejas los pies cruzados sobre el suelo. En algunos casos las rodillas pueden servir de apoyo sobre el suelo.
- Tumbado/a boca arriba. Te sugiero que coloques un cojín bajo las rodillas para forzar menos las lumbares y que los músculos de las piernas y la espalda estén en reposo. Lo importante es que estés bien, sobre todo si te duele incluso antes de empezar.
- Sentado/a en un taburete (shogi)
- De pie
- Andando lentamente (meditación andando)
Con los brazos también puedes hacer lo que quieras, siempre que estés cómodo/a: apoyados sobre los muslos, sobre las rodillas o las ingles, o junto al cuerpo … Las manos, déjalas planas o entrelazadas para evitar tensiones inútiles.
Los ojos pueden permanecer abiertos o cerrados, nosotros te iremos guiando en ese sentido a lo largo de las sesiones. La boca puede permanecer ligeramente entreabierta para evitar crispaciones.
Sé cómo eres, y no intentes ir en una determinada dirección ni aplicarte.
No olvides estirar al final de la meditación.
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