" Apresúrate a vivir bien y piensa que cada día es, por sí solo, una vida." Séneca
Si quieres puedes intentar hacer meditaciones informales durante todo el día, todo lo breves que quieras:
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Elige una actividad cotidiana que habitualmente hagas como un autómata, una especie de rutina de vida. Esa actividad puede ser levantarte de la cama, caminar por un pasillo, hacer una micro-pausa en el trabajo, estirar, cepillarte los dientes, ducharte, secarte, vestirte, comer, conducir, sacar la basura, ir al baño, esperar en un semáforo, hacer la compra, subir en ascensor, acariciar al gato, sentarte en tu despacho, viajar en metro, etc…
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Durante esa actividad, intenta aumentar tu conciencia de cada momento, de cada segundo, como si el tiempo se ralentizara y tu conciencia pudiera contemplarlo todo. No hagas la actividad más despacio o con más cuidado sino con naturalidad, siendo quien eres.
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Obsérvate, dedica tiempo a observar las minúsculas sensaciones o cambios de tu cuerpo, tus pensamientos y tus emociones cuando realizas esa actividad. Y observa cómo realizas la tarea, sin cambiarla...
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Observa también todo el espacio que te rodea, todos los sonidos y los olores mientras realizas tu actividad. Aumenta la superficie de tu conciencia progresivamente, engloba todo lo que ocurre durante la actividad.
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