Permanecer sentado/a durante muchos minutos puede acabar siendo incómodo y hasta doloroso. 

La meditación precisamente te ayudará a mantener esa molestia en su justa medida. El dolor en general tiene tendencia a invadir nuestra mente. 

  • Intentar observar el dolor con atención te ayudará a comprender que no tiene por qué invadirlo todo. Te darás cuenta de que hay espacio para esa observación consciente y también para otras sensaciones.
  • Contempla con detenimiento esa incomodidad… justo en el medio de la zona que duele, un poco alrededor, justo al lado...
  • Observa que el resto del cuerpo está bien pero que esa pequeña zona sola monopoliza tu atención. Restablece el equilibrio.

¿Puedo moverme? 

Es una pregunta frecuente y en Petit BamBou tenemos una posición abierta al respecto: si tu postura es dolorosa o incómoda, es evidente que no tienes por qué permanecer completamente inmóvil. No pasa nada, pero entonces tienes que decidir y no dejar que tu piloto automático actúe por ti.

Si te mueves o ajustas ligeramente tu postura, piensa en el movimiento, inícialo, siente cómo se movilizan todos los músculos, intenta hacerlo lentamente e intenta permanecer completamente consciente de todos los movimientos de tu cuerpo, del dolor que poco a poco se desvanece... Adopta esa situación como objeto de tu atención para añadir un extra a tu sesión de meditación.  

Puedes moverte ligeramente, permaneciendo consciente de todos los cambios generados, para sentirte más cómodo/a. 

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