¿Quizás tengas la sensación de ser la única persona que tiene muchos pensamientos que aparecen en cuanto empiezas a meditar, o incluso que eso te hace no apto para meditar?
Tranquilo/a, le pasa a todo el mundo.
Cuantas más anticipaciones de futuro tengas, o fantasías, o problemas, o recuerdos que monopolizan tu mente, más necesitas meditar. Meditar es muy útil para salir de las historias mentales que te has creado, para olvidar ciertas viejas costumbres de pensar, para escapar del camino complicado de tu mente.
Si bajas el volumen de tus actividades o de tus pensamientos proactivos, descubrirás con estupefacción el ruido de fondo de tus pensamientos, y observar esos pensamientos es precisamente el núcleo de la meditación. Aprenderás, incansablemente, a no dejarte llevar por ellos, a dejar que se desvanezcan, a identificarlos en cualquier caso con pensamientos y no con la realidad…. Así aprenderás a ganarte ese pequeño espacio para responder en lugar de reaccionar, y aprenderás a poder pasar de los pensamientos del primer al segundo plano y viceversa….
A veces los pensamientos que surgen están relacionados con la meditación con Petit BamBou: conexión, voz, vocabulario, ruido, respiración, incomprensión, silencio demasiado largo... Si las palabras utilizadas para guiarte se convierten en un obstáculo o en una molestia para tu experiencia, no dudes en desvincularte y seguir tu propia experiencia, incluso puedes navegar solo/a. Y lo mismo si te molesta el silencio; recuerda que está ahí para ayudarte a descansar en tu propia conciencia, independientemente de cuál sea la experiencia que has situado en el centro de atención (respiración, sensación, y también incomodidad, molestia...): se astuto/a y utiliza esos obstáculos como nuevos apoyos de contemplación.
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