La práctica de la meditación requiere cierto rigor y asiduidad casi diaria.
Sin embargo, es completamente normal hacer pausas en esta nueva rutina que has creado para ti. No te culpes, sólo presta atención a los pensamientos y emociones que esta situación genera en ti. ¿Cómo te sientes ante la perspectiva de empezar a meditar de nuevo? Deja que esos pensamientos positivos o negativos se desvanezcan lentamente.
Deja espacio para la motivación profunda que te llevó a empezar a meditar en primer lugar.
Vuelve a lo más concreto: la práctica.
Puedes continuar donde lo dejaste en las sesiones de Petit BamBou, o retroceder un poco si lo sientes necesario, o incluso empezar un nuevo programa. No pierdas el tiempo en análisis, vuelve a escuchar el momento presente.
También puedes disminuir el ritmo de las meditaciones formales y aumentar la frecuencia de las informales, durante cualquier momento del día.
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